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Aprende a pensar como tus prospectos, ¡y cierra más ventas!

por | Ene 27, 2016

Una de las cosas que más preocupa a la mayoría de coaches a la hora de empezar a trabajar con alguno de sus clientes es el tema de las referencias. Esperan poder hacer un buen trabajo, sorprender, cautivar, para que el día de mañana ese cliente pueda referirlo a otros prospectos y así hacer crecer su negocio. Y no está mal preocuparse por obtener buenas recomendaciones, pero eso claramente no es todo si lo que buscamos es poder vender mucho más y crear un negocio exitoso.

Los coaches también se preocupan por ofrecer a sus clientes métodos para mejorar su performance, su efectividad. Y eso también está muy bien, pero tampoco es todo lo que se necesita para aumentar nuestras ventas.

¿Entonces qué es?

Es bastante normal que los coaches, en su afán por obtener buenas referencias y desarrollar sus habilidades para ofrecer mejores soluciones para sus clientes, se olvidan de algunos conceptos básicos de marketing que deberían conocer. Recuerda, como profesional independiente, como emprendedor, tus servicios de coaching son un negocio, y obtendrás más ingresos cuanto mejor sepas de marketing, y cuanto mejor sepas «venderte».

Uno de esos conceptos básicos que comúnmente manejan es el segmento de mercado demográfico. Pero con ello no estás sacando el máximo provecho a todo lo que se puede hacer ahora para acercarte mejor a tu cliente, tanto por medios offline como por internet.

No basta con decir por ejemplo: «Mis clientes son mujeres divorciadas en la cuarentena». No. A la hora de buscar nuevos clientes debes enfocarte en cómo son, pero a nivel actitudinal. Tienes que definir a tu cliente por variables actitudinales: deseos, ambiciones, ideales, pensamientos, preferencias, estilo de vida. Qué están buscando, qué necesitan, en qué los puedes ayudar y por qué van a ser relevantes tus servicios para ellos. Cómo se van a ver mejoradas sus vidas.

Por ello tienes que dar un paso más allá, y tienes que aprender a pensar como los mismos prospectos que tienes en mente.

Sí, el primer paso es definir ese segmento de mercado al que vas a apuntar a la hora de ofrecer tus servicios.

Pero el segundo e imprescindible paso que debes dar es sumergirte por completo en ese estilo de vida, esa forma de pensar, ese tipo de actitudes. Ponerte en los zapatos del otro. Practicar la empatía con ese potencial cliente, intentar entenderlo desde todo punto de vista. Porque la realidad es que los prospectos están principalmente preocupados por resolver sus propios problemas. Y hasta que no podamos comprender cuáles son las verdaderas dimensiones de esos problemas y por qué le molestan tanto, no vas a poder crear el contenido que te va a permitir empatizar realmente con ellos. Y no vas a resultar creíble cuando vayas a decirles, con tu propuesta de trabajo, que tienes la solución que ellos están buscando.

Así que te recomiendo que hagas este ejercicio la próxima vez que tengas a un prospecto en mente. Crea contenido para él y atraerás más clientes potenciales. Y practica la empatía más total y completa posible con él a la hora de venderle una solución. Para darle la mejor solución posible debes comprender y analizar las dificultades por las que está pasando. Verás cómo más prospectos te buscarán, y cómo tus propuestas van a ser mucho mejor recibidas, ¡y cómo irán aumentando tus clientes y tus ingresos!


 

Fuente de imagen: frizbiz.com

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