Hablar en público puede ser una de las experiencias más intimidantes, especialmente si eres coach o consultor buscando ganar visibilidad en tu nicho. El miedo a exponerte o a no hacerlo perfecto puede paralizarte, pero la verdad es que dar conferencias es una de las herramientas más poderosas para posicionar tu marca personal y atraer clientes.

Los más grandes oradores y conferencistas sienten nervios antes de subir al escenario, pero han usado técnicas para reducir ese miedo.

Por ello hoy te quiero compartirte estas técnicas que te ayudarán a dar tus primeras conferencias y empezar a ganar más visibilidad gracias a ellas.

Cómo dar conferencias aunque tengas miedo y ganar visibilidad

No necesitas ser perfecto desde el principio, solo necesitas empezar…

1. No busques ser perfecto desde el principio

Uno de los mayores obstáculos que enfrentan coaches y consultores es buscar la perfección…. ¡incluso en las primeras conferencias! Queremos que todo salga perfecto desde la primera vez, pero te aseguro que ni los mejores expertos comenzaron así, sino que fueron mejorando con el tiempo.

No te desmotives al ver a los grandes conferencistas porque no lo haces igual, ellos también han pasado por una fase de aprendizaje.

La clave está en empezar, aunque no te sientas listo, y mejorar con cada oportunidad. Y como el ser único que eres, hay gente que está esperando escuchar un mensaje como el tuyo, con tus propias experiencias y aprendizajes, y con tu propio estilo y personalidad;)

2. Practica, practica, practica

Solo el orador preparado merece ser seguro. Preparación y práctica son claves para el éxito
-Dale Carnegie, autor de «El arte de Hablar en Público»

La práctica no solo te ayuda a ser mejor, sino también a reducir tus miedos.

Pero ¿cómo puedes hacerlo?

Una de las mejores maneras de mejorar tus habilidades como conferencista es ensayar frente al espejo. Observar tu lenguaje corporal y ajustar tus gestos puede ayudarte a proyectar más confianza.

Maxwell Maltz lo explica muy bien en su libro «Psyco-Cybernetis», hablando de Billy Graham, un conocido evangelista estadounidense:

«Billy Graham predicó sermones ante tocones de cipreses en un pantano de Florida antes de desarrollar su convincente personalidad de plataforma ante audiencias en vivo. La mayoría de los buenos oradores públicos han hecho lo mismo de una forma u otra. La forma más común para los oradores públicos es pronunciar su discurso ante su propia imagen en el espejo». 

Además, grabar estas prácticas te permitirán revisar tu tono, el ritmo de tu presentación y detectar posibles áreas de mejora.

Al ver tus grabaciones, pregúntate: ¿Cómo puedes ajustar tu lenguaje para que sea más claro? ¿Hay alguna parte donde podrías hacer una pausa estratégica? Este análisis te ayudará a sentirte más preparado y seguro no solo durante tus prácticas sino también cuando llegue el momento de presentarte.

3. Visualiza a tu audiencia 

Un truco que puede ayudarte a sentirte más seguro antes de una conferencia es visualizar a tu audiencia mientras te preparas. Mientras haces ejercicio o realizas alguna actividad, imagina a las personas que estarán frente a ti.

Maxwell Maltz da un ejemplo de un experto famoso:

«Quería hablar sobre relaciones humanas. Sin embargo, su único gran obstáculo era su falta de experiencia para hablar en público. “Una noche”, me dijo Les, “estaba acostado en la cama pensando en mi único gran deseo (…). La sola idea de levantarme ante una gran audiencia me asustaba muchísimo. Simplemente no podía imaginarme haciéndolo con éxito. Sin embargo, podía hablar con mis propios vendedores con la mayor facilidad. Podía hablar con grupos de soldados sin ningún problema.

Acostado en la cama, recuperé en la memoria el sentimiento de éxito y confianza que había tenido al hablar con estos pequeños grupos. Recordé todos los pequeños detalles incidentales que habían acompañado mi sensación de aplomo. Luego, en mi imaginación me imaginé frente a una gran audiencia y dando una charla sobre las relaciones humanas, y al mismo tiempo teniendo el mismo sentimiento de aplomo y confianza en mí mismo que había tenido con grupos más pequeños. Me imaginé en detalle cómo me quedaría. Podía sentir la presión de mis pies en el suelo, podía ver las expresiones en los rostros de la gente y podía escuchar los aplausos. Me vi a mí mismo dando un discurso con éxito, repitiéndolo con fuerza.

Algo pareció hacer clic en mi mente. Me sentí eufórico. Justo en ese momento sentí que podía hacerlo. Había establecido el sentimiento de confianza y éxito del pasado con la imagen en mi imaginación de mi carrera en el futuro. Mi sensación de éxito era tan real que en ese momento supe que podía lograrlo. Tengo lo que llamas «ese sentimiento de ganar» y nunca me ha abandonado.

Aunque en ese momento no parecía haber ninguna puerta abierta para mí y el sueño parecía imposible, en menos de tres años vi mi sueño hecho realidad, casi con el mismo detalle tal como lo había imaginado y sentido. Debido a que era relativamente desconocido y a mi falta de experiencia, ninguna agencia de reservas de presentaciones importantes me quería. Esto no me disuadió. Reservé yo mismo y todavía lo hago. Tengo más oportunidades para dar conferencias de las que puedo aprovechar”.

Por ello cada vez más expertos están usando la visualización hoy en día.

4. Comienza con públicos pequeños

No necesitas lanzarte directamente a grandes conferencias; puedes empezar con presentaciones más pequeñas o talleres para grupos reducidos de 10 a 20 personas.

Ya sea en formato presencial o virtual, esta es una excelente manera de practicar sin la presión de una multitud.

5. Estructura tu presentación con claridad y enfoque

Una de las claves para dar una conferencia efectiva es tener una estructura clara y enfocada. Organiza tus ideas clave de manera que fluya lógicamente y que cada punto sea fácil de entender para tu audiencia.

Una buena estructura ayudará no solo a la comprensión de tu audiencia sino que te ayudará a recordar y fluir más fácilmente con tu presentación.

Este artículo te puede ayudar con esto: Cómo conseguir clientes con tu webinar: La estructura de un webinar que vende

Y recuerda que no es necesario que satures a tu audiencia con demasiada información. En su lugar, selecciona los puntos que consideres más relevantes para ellos y apóyalos con ejemplos que sean fáciles de aplicar. Tu objetivo es entregar contenido que resuene y que sea memorable.

Conoce cuál es el centro d tu mensaje, entonces usa cada oración, cada palabra, para hacer que tu audiencia entienda el mensaje.
-Dale Carnegie

6. Prioriza el contenido

Aunque el diseño de tus diapositivas es importante, el contenido que entregas lo es aún más.

No te obsesiones con que cada diapositiva sea perfecta. En su lugar, concéntrate en cómo puedes aportar valor a tu audiencia.

El diseño es importante, sí, pero más importante es que tus ideas estén claras y sean relevantes para quienes te escuchan. Si tu contenido es bueno, tu audiencia te recordará, incluso si tu presentación visual no es la más sofisticada.

7. Anticipa preguntas y desarrolla respuestas claras

Uno de los miedos más comunes al dar una conferencia es no saber cómo manejar las preguntas de la audiencia.

Si es tu caso puedes anticipar las posibles preguntas que te puedan hacer y preparar respuestas. Esta preparación te dará mayor seguridad al enfrentar preguntas inesperadas y te ayudará a manejar la sesión de preguntas y respuestas con confianza.

Pero recuerda que eres experto en el tema y que con la fluidez de la conferencia, es probable que tus respuestas fluyan con naturalidad.

Y si no es el caso recuerda que no tienes que saber todo; si no tienes la respuesta a una pregunta, es completamente válido decir que investigarás más sobre el tema y luego proporcionar la información.

8. Ponte una ropa que te sea cómoda y que te haga sentir bien

La ropa que elijas para dar una conferencia debe reflejar tu personalidad y hacerte sentir cómodo. No te disfraces de alguien que no eres solo para encajar en un estándar. Si no es tu estilo usar un terno o un vestido formal, no lo hagas solo porque crees que es lo «correcto».

Recuerda que la autenticidad es clave para conectar con tu audiencia. Así que cuando te sientes bien con lo que llevas puesto, te proyectas con más confianza y seguridad.

Lo importante es que tu estilo sea una extensión de ti mismo, y eso se nota. Tu energía fluye mejor cuando te sientes auténtico y cómodo en tu piel.

9. Controla tu nerviosismo y siéntete más seguro usando técnicas probadas

Para sentirte más seguro y poderoso antes de dar una conferencia, es clave usar técnicas que te preparen mental y físicamente.

Y es que los nervios antes de una conferencia son completamente normales. Incluso los más grandes oradores los tienen.

Las respiraciones profundas, por ejemplo, son una excelente manera de calmar tu mente y cuerpo antes de salir al escenario.

Las afirmaciones positivas son otra herramienta poderosa: repítete frases como «Soy capaz», «Tengo algo valioso que compartir», «Mi mensaje es importante». Estas afirmaciones te ayudan a darte más seguridad.

Otra técnica efectiva es la postura de «Wonder Woman». De pie, con las piernas ligeramente separadas y las manos en la cadera, mantén esta postura por unos minutos antes de tu conferencia. Está comprobado que adoptar una postura de poder como ésta puede aumentar tu seguridad. Cuando te sientes fuerte por fuera, esa energía se refleja por dentro y te prepara para enfrentar cualquier escenario con más confianza.

10. Durante la conferencia, preocúpate más  por tu audiencia que por tus miedos

Cuando te enfrentas a dar una conferencia, es natural que el miedo a la crítica aparezca, pero enfocarte demasiado en lo que otros piensen solo te limita. Al final, las críticas siempre van a existir, hagas lo que hagas, y es imposible agradar a todo el mundo. Entonces ¿por qué mejor no te enfocas en lo positivo?

Recuerda que estás allí para aportar valor, para ayudar a tu audiencia con tu experiencia. Las personas que realmente necesitan tu mensaje lo van a valorar. Así que en vez de preocuparte por quién podría criticarte, céntrate en conectar con quienes te escuchan y necesitan lo que tienes para compartir.

En lugar de enfocarte en tus nervios o en cómo te perciben, cambia el enfoque hacia tu audiencia. Ellos están allí porque quieren aprender algo de ti, porque lo que sabes puede marcar una diferencia en su vida o negocio.

Cuando haces esto, te olvidas de tus propios miedos y te conectas con la gente de manera más auténtica. Al final, tu éxito como conferencista no se mide por cuán perfecto fuiste, sino por el impacto que tu mensaje generó en los demás.

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